La Terapia Ocupacional (TO) es, según la definición de la Asociación Profesional Española de Terapeutas Ocupacionales (APETO), una «profesión socio-sanitaria que, por medio de la valoración de las
capacidades y problemas físicos, psíquicos, sensoriales y sociales del individuo, pretende, con un adecuado tratamiento, capacitarle para alcanzar el mayor grado de independencia posible en su vida diaria, contribuyendo a la
recuperación de la enfermedad y/o facilitando la adaptación a su discapacidad».
Partiendo de esta definición, y sin examinarla en profundidad, se pueden entrever y determinar una serie de pasos y/o partes de un procedimiento que corresponden al denominado Proceso
de Intervención. Como cualquier profesión que pretenda proporcionar un servicio a las personas
para mantener o mejorar su salud, la TO también cuenta con una metodología sistemática de planificación e intervención. De esta manera, se explica y justifica el porqué se ha decidido tomar un
camino y no otro para solucionar y/o trabajar un determinado aspecto así como las acciones elegidas para ello. A modo de resumen, se pueden enumerar los cuatro grandes bloques en los que se
divide el Proceso de Intervención de TO:
1. Evaluación / Valoración.
2. Planificación e implementación del tratamiento.
3. Implementación de la intervención/tratamiento.
4. Reevaluación y revisión de los resultados
Además de hacer referencia al Proceso de Intervención de TO, a partir del análisis conceptual de
la definición se pueden deducir las funciones, objetivos y los ámbitos de actuación de los terapeutas ocupacionales. Al igual que en otras profesiones sanitarias, dentro de la TO existen diferentes especialidades: Geriatría, Psiquiatría, Neurología, etc. siendo la TO Pediátrica uno de los campos de trabajo más emergentes en la actualidad. Todos los niños que se pueden beneficiar de una intervención de TO coinciden en que presentan alguna limitación, dificultad,problema o precisan algún apoyo para la participación en aquellas actividades que poseen un significado en su vida diaria y en relación a lo esperado al grupo de edad al que pertenecen. Por tanto, a TO pueden acudir niños sin un diagnóstico médico y aparentemente ‘típicos’ así como otros con lesiones cerebrales,síndromes genéticos, enfermedades específicas y otras causas que afectan al desarrollo. Es por ello adecuado pensar que los niños con síndrome de Down pueden ser beneficiarios de la TO.
Los terapeutas ocupacionales pediátricos trabajan para descubrir y potenciar al máximo las capacidades individuales de cada niño, en este caso con síndrome de Down, para que pueda alcanzar un nivel óptimo de funcionamiento en el hogar, la escuela y el juego o, lo que es lo mismo, logrando así un nivel de autonomía e independencia que mejore su calidad de vida. Tal es el fundamento y cualidades del desempeño ocupacional.
Para que un niño con síndrome de Down desempeñe una actividad funcional existen habilidades y destrezas subyacentes que son prerrequisitos, llamados componentes del desempeño los cuales posibilitan el éxito. Los componentes están presentes en cada una de las áreas del desempeño. A partir de lo mencionado y, teniendo en cuenta el entorno, los terapeutas ocupacionales intervienen para prevenir, hacer un diagnóstico funcional, realizar un tratamiento y elaborar un estudio análisis de las ocupaciones de los niños en las diferentes áreas. Con lo anterior se persigue incrementar la función independiente y mejorar el desarrollo de los que presentan algún problema en su desempeño. Además, la TO también se encarga de adaptar las actividades/tareas o el entorno.
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