Deformidades como un talón en varo y alteraciones de la pisada como la hipersupinación pueden conllevar a la irritación de los tendones laterales del tobillo, lo que consecuentemente ocasiona la tendinopatía o tendinitis de los peroneos. Esta afección es frecuente en deportistas como los corredores, pero no por ello se considera una lesión estrictamente deportiva. Aquí podrás encontrar consejos de prevención, tratamientos efectivos y mucha información más sobre esta tendinopatía el tobillo:
¿Qué es la Tendinitis de los peroneos?
La tendinitis de los peroneos se trata de una patología aguda que puede afectar a uno o ambos ligamentos peroneos laterales, teniendo en cuenta que dicha afección puede cronificarse, el término tendinitis (inflamación del tendón) no logra abarcar del todo el proceso patológico que se desarrolla en dicha afección, ya que la inflamación sólo está presente al principio de dicha patología, posteriormente da inicio la degeneración del tendón (tendinosis) pero dado que dichos ligamentos no sólo sufren inflamación y degeneración, ninguno de los dos términos logra hacer referencia a dichos procesos patológicos, el término más adecuado es el de tendinopatía (tendino=tendones, patía=proceso patológico), por lo cual dicha afección es conocida también como tendinopatía de los peroneos.
Una vez aclarado el significado etimológico de esta lesión, es importante destacar que la misma se desarrolla frecuentemente producto del esfuerzo excesivo o la sobrecarga constante relacionada a actividades deportivas. Es por ello, que los deportistas y los atletas presentan esta patología con mayor frecuencia que otras personas, especialmente aquellos que comienzan a entrenar con aumentos rápidos de carga, sin estar del todo bien entrenados después de una pausa deportiva. Sin embargo, existen otros factores causales que lo promueven, de los cuales hablaremos más adelante.
Músculos peroneos: anatomía, ubicación y función
Existen tres músculos peroneos, de los cuáles dos se encuentran afectados en esta tendinopatía, les hablamos del peroneo corto y del peroneo largo. Los dos tendones de estos músculos cuentan cada uno con su propia vaina sinovial, se extienden por la parte externa del peroné hasta el primer y quinto metatarsiano (tendón largo y corto respectivamente) conectando así a la pantorrilla con el pie. De esta forma, permiten la flexión plantar y la pronación del pie. Además, estabilizan la articulación superior e inferior del tobillo. Como ya hemos dicho, los tendones peroneos pueden inflamarse y degenerarse, pero también pueden luxarse e incluso desgarrase producto de la sobrecarga o esfuerzo excesivo. Las personas afectadas por una tendinopatía de los peroneos sienten dolor en el área externa del tobillo, por lo que frecuentemente es confundida con un esguince de tobillo. En la mayoría de los casos agudos e incluso algunos crónicos se pueden tratar en unas pocas semanas con tratamiento conservador. Pero las luxaciones peroneas y roturas, requieren necesariamente una cirugía para su curación.
Músculos peroneos: anatomía, ubicación y función
Existen tres músculos peroneos, de los cuáles dos se encuentran afectados en esta tendinopatía, les hablamos del peroneo corto y del peroneo largo. Los dos tendones de estos músculos cuentan cada uno con su propia vaina sinovial, se extienden por la parte externa del peroné hasta el primer y quinto metatarsiano (tendón largo y corto respectivamente) conectando así a la pantorrilla con el pie. De esta forma, permiten la flexión plantar y la pronación del pie. Además, estabilizan la articulación superior e inferior del tobillo. Como ya hemos dicho, los tendones peroneos pueden inflamarse y degenerarse, pero también pueden luxarse e incluso desgarrase producto de la sobrecarga o esfuerzo excesivo. Las personas afectadas por una tendinopatía de los peroneos sienten dolor en el área externa del tobillo, por lo que frecuentemente es confundida con un esguince de tobillo. En la mayoría de los casos agudos e incluso algunos crónicos se pueden tratar en unas pocas semanas con tratamiento conservador. Pero las luxaciones peroneas y roturas, requieren necesariamente una cirugía para su curación.
Síntomas y signos de la Tendinitis de los peroneos. ¿Cómo saber si la padezco?
En caso de tendinitis de los peroneos, inicialmente se presenta dolor en la parte externa del tobillo cerca del maléolo externo, que en ocasiones puede irradiarse hacia el pie. Este dolor es particularmente pronunciado durante o después del ejercicio, pero en estadios avanzados también puede ocurrir independiente del estrés o la carga. Además del dolor de tobillo, a menudo también hay inflamación, que se localiza justamente en el área externa del tobillo, ya que allí es donde se ubican los peroneos.
Si la persona afectada inclina el pie hacia afuera, el dolor aumenta ya que los tendones inflamados se tensan y, por lo tanto, experimentan aún más fricción. Dado que los tendones se relajan en reposo, el dolor aminora cuando no hay movimiento, volviendo cuando los tendones se cargan nuevamente, es por ello que el dolor es particularmente agudo durante la mañana, cuando los tendones se cargan nuevamente después de un largo reposo.
Otro síntoma común es la sensación de un chasquido del tendón peroneo, es que, debido al grado de inflamación y degeneración del tendón, el tendón se subluxa (o sea salta del lugar por donde se desliza) cuando el músculo peroneo se contrae. Esta luxación es particularmente común en las etapas posteriores de la tendinopatía, cuando el paciente continúa tensionando el tendón afectado a pesar del dolor.
De igual forma, la hinchazón provocada por esta afección puede causar la irritación del nervio peroneo superficial, que luego conduce a una sensación de ardor o sensación de hormigueo, y rara vez también a alteraciones sensoriales en el área externa del pie.
¿Cuáles son las causas de la Tendinitis de los peroneos?
Los músculos peroneos lateral y sus tendones suelen irritarse debido al ejercicio excesivo, la falta de calentamiento/acondicionamiento o como consecuencia de la desalineación del pie. Dado que los músculos peroneos son responsables de la pronación y la flexión plantar; los deportes, las actividades de ocio y las actividades laborales en los que este grupo de músculos están particularmente demandados y estresados, son los responsables de la irritación de estos tendones. Los deportes que más promueven la instauración de esta tendinopatía son: ballet, ciclismo, fútbol, pádel, baloncesto y carrera (running).
Otro desencadenante destacable es el entrenamiento inadecuado, constituido por cambios repentinos en la carga e intensidad del entrenamiento, también pueden irritar los tendones peroneos, por lo que cualquier persona que comience un exigente programa de entrenamiento de manera repentina y sin el acondicionamiento necesario, corre el riesgo de sufrir irritación y microdesgarros de los tendones peroneos. Además, hay una variedad de factores causales tanto intrínsecos como extrínsecos, que pueden contribuir a esta afección:
Factores intrínsecos
- Talón en varo.
- Deformidad del pie (pie cavo).
- Rodilla en varo.
- Pisada excesivamente supinada.
- Acortamiento de gemelos.
- Laxitud articular.
- Debilidad muscular del peroneo largo y corto.
Factores extrínsecos
- Mala condición física.
- Sobreentrenamiento sin un acondicionamiento previo.
- Calzado inadecuado durante la actividad deportiva.
- Inadecuada técnica deportiva al correr.
- Antecedentes de lesiones en los tendones o ligamentos adyacentes (esguinces de tobillo).
- Traumatismos directos al tobillo.
- Antecedentes de fracturas del tobillo o del calcáneo.
- Inyecciones o heridas cercanas a los tendones que ocasionen infección.
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Tratamiento de Fisioterapia para la Tendinitis de los peroneos
El tratamiento de fisioterapia estará enfocado en aliviar el dolor y modificar o tratar el factor causal, que frecuentemente están asociados a una alteración biomecánica del tobillo o pie. Para cumplir el primer objetivo, el fisioterapeuta realiza intervenciones pasivas tales como:
- Educación para el manejo del dolor.
- Educación postural.
- Vendajes o kinesiotaping.
- Agentes físicos: crioterapia.
- Ultrasonido terapéutico.
- Relajación miofascial.
- Láser terapéutico.
- Electroanalgesia.
- Terapia manual.
Para cumplir con el segundo objetivo, el fisioterapeuta basado en las características anatómicas y funcionales del paciente desarrolla un plan de entrenamiento individualizado para el caso. El cual puede estar compuesto de las siguientes intervenciones:
- Masaje de fricción de tejido profundo (técnica Cyriax).
- Terapia de ondas de choque.
- Electrólisis percutánea Intratisular (EPI).
- Ejercicios de musculación y fortalecimiento de los músculos de la pantorrilla.
- Ejercicios propioceptivos y de equilibrio.
- Estiramientos de los músculos de la pantorrilla.
- Modificación de la actividad y el gesto deportivo.
Rehabilitación posoperatoria
La fisioterapia puede ayudar a reducir los procesos inflamatorios producto de la intervención quirúrgica y contribuir a la recuperación de las estructuras tendinosas intervenidas. También ayuda a contrarrestar la degradación de los músculos que se produce inevitablemente después de largos períodos de inmovilización. Inicialmente a los pacientes se les prohíbe la descarga de peso sobre el tobillo operado durante las primeras 2 semanas. En esta fase, el fisioterapeuta enfoca sus intervenciones en la analgesia de las molestias posoperatorias típicas (dolor, edema, inflamación, cicatriz). Posteriormente el fisioterapeuta prescribe ejercicios de amplitud articular, propiocepción y fortalecimiento progresivo hasta el fortalecimiento excéntrico, el cual se inicia en 2 – 4 semanas después de la cirugía.
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