Los niños al momento de su nacimiento son más frágiles que los adultos, por lo que están expuestos a sufrir de distintas patologías, siendo una de ellas la tortícolis congénita. Esta lesión de la que hablamos produce un acortamiento de un músculo del cuello, por lo que el bebé presenta limitaciones para movilizar el área cervical hacia un lado, lo cual produce que se mantenga mirando únicamente a un lado.
Datos anatómicos relevantes
Los músculos son tejidos especializados que se localizan en todo el cuerpo con la finalidad de contraer sus fibras para así producir un movimiento concreto, por lo que sus lesiones acarrean una serie de problemas para la vida de la persona afectada.
Músculo esternocleidomastoideo ¿Cuál es su función?
El esternocleidomastoideo o ECM es un músculo largo y grueso que se extiende desde la parte superior del tórax (clavícula y esternón), atraviesa la porción lateral del cuello, hasta lograr insertarse en la apófisis mastoides del hueso temporal del cráneo. Este al igual que otros tejidos de la zona es necesario para el movimiento de la cabeza y del cuello, por lo que sus alteraciones afectan a sus funciones.
En cuanto a la función del ECM, este se enfoca en la parte superior del cuerpo, por lo que se encarga de mover la cabeza hacia anterior gracias a la movilización de las vértebras cervicales, y además interviene en la inclinación de la cabeza hacia el lado del ECM que se está contrayendo.
¿Qué es tortícolis congénita?
La tortícolis congénita es una entidad clínica que afecta la movilidad del cuello de los bebés, debido a una contractura permanente del músculo esternocleidomastoideo. Esta resulta ser muy frecuente en la población infantil, constituyendo una de las patologías que más afecta la funcionalidad del bebé.
Esta alteración muscular se manifiesta con una serie de señales típicas, que ayudan a su identificación, por lo que los padres suelen darse cuenta de la limitación desde que el niño esta pequeño. Destacando entre los síntomas poco movimiento del cuello, mantiene la cara mirando hacia un mismo lado, se crean pliegues en la piel por el acortamiento y además en algunos casos se puede generar una masa palpable en el vientre del músculo.
Tratamiento de fisioterapia de la tortícolis congénita
En el caso de los bebés con tortícolis el tratamiento puede prolongarse en el tiempo, sobre todo cuando hay otras lesiones, por lo que es necesario que los objetivos se establezcan en base a las manifestaciones clínicas. En cuanto a las técnicas más usadas se encuentran las siguientes:
- Masoterapia: los masajes son esenciales para aliviar las tensiones, aumentar la temperatura de la zona e incrementar el oxígeno.
- Estiramientos: son necesarios para aumentar la flexibilidad y el acortamiento.
- Estimulación de los hitos: deben realizarse actividades para estimular los giros, sedestación, control cefálico, gateo y posteriormente la bipedestación.
- Compresas húmedas calientes: ayudan a aliviar el exceso de tensión mediante la relajación de los tejidos.
- Ejercicios de estimulación visual y auditiva: al aplicar actividades y ejercicios que estimulen la vista y la audición se logra que el bebé mueva la cabeza hacia ambos lados y se aumenta la amplitud articular.
- Ultrasonido terapéutico: este tipo de terapia se enfoca en disminuir la inflamación de los tejidos más profundos.
- Movilizaciones activas y pasivas.
- Kinesiotaping: son varias técnicas que pueden utilizarse para aliviar la tensión
- Ejercicios de fortalecimiento muscular. Deben ser realizados con juegos para poder mantener la atención de los pacientes.
- Uso de ortesis. No es recomendable en todos los casos ni tampoco por tanto tiempo, ya que puede generar debilidad muscular, por lo que sus indicaciones deben ser analizadas con cautela
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